El distintivo de uso compartido es circular, con fondo azul sobre el que se representa, en blanco, un vehículo y cinco diferentes ocupantes.
A las etiquetas medioambientales que ya conocemos de la DGT, Cero, el ECO, la B y la C…, se han ampliado con esta llamada V-26, que quizá no conocemos porque se aplica únicamente a un tipo muy concreto de vehículos. Se trata del ‘Distintivo de Uso Compartido‘ que es, digámoslo así, la quinta etiqueta. Se denomina V-26 para diferenciarlas de las V-25, que son los distintivos medioambientales tradicionales.
Deben llevarlo los “vehículos destinados al alquiler sin conductor que se dedican a un uso concatenado e intensivo por un número indeterminado de usuarios dentro de una zona de servicios delimitada. Deben estar disponibles en cualquier momento para ser utilizados mediante el empleo de aplicaciones móviles“. Esto significa que básicamente afecta a los vehículos de car sharing y moto sharing. Los vehículos de car sharing deben llevar doble etiquetado: la V-26 general y la V-25 medioambiental que le corresponda (Cero, ECO…)
Esta etiqueta también nos hace distinguir a los vehículos compartidos más allá de su aspecto exterior. Además, les permite, por ejemplo, acceder a los carriles de alta ocupación (VAO) y poder ser así identificados con mayor facilidad por los agentes de tráfico.
Porque la pegatina se ha convertido incluso en un motivo decisivo para la compra de un automóvil, por las implicaciones que pueden tener en nuestro uso cotidiano del vehículo, e incluso sabemos lo que implica que nuestro coche no tenga pegatina.