La ITV es una evaluación de las condiciones operativas y mecánicas de un coche, su finalidad es certificar que el vehículo cuenta con la garantía mínima de circulación. Entonces, tiene carácter diagnóstico y preventivo. También, si la evaluación detecta fallos graves o muy severos, esto implica tener que realizar reparaciones inmediatamente. Recordemos, que si los agentes de la DGT te pillan sin la ITV aceptada, la multa económica varía de unos 200 a 500 euros.
Te contamos lo que necesitas saber sobre las implicaciones de tener una colisión, y cómo actúan las compañías aseguradoras en esta situación.
Si no tienes la ITV en vigor y, además tienes la mala suerte de padecer un accidente, los problemas aumentarán y en especial si eres culpable del choque. En esta ocasión, la compañía aseguradora ejercerá su responsabilidad civil e indemnizará a los implicados que hayan sido afectados. Sin embargo, nosotros no tendremos cubiertos los daños del coche, e incluso la firma nos podrá solicitar la cuantía total del resarcimiento abonado. Un panorama que se puede evitar con una visita a tiempo a la ITV.
En el caso de que no seas el culpable del siniestro, sin la ITV en vigor y no seas el responsable del hecho, el seguro del causante del siniestro sí podrá cubrir los desperfectos producidos. Eso sí, lo más probable es que tu compañía no aplique la cobertura jurídica y, por lo tanto, te quedes sin ella. A todo ello que hay que agregar que, en ambos supuestos, la penalidad por circular sin ITV, ya que esta circunstancia será comprobada por las autoridades que levanten el atestado vial.
Fuente: https://www.motor16.com